Siempre que discutíamos…
Siempre que había un silencio
Siempre que yo era feliz
solo por hacerla feliz
Siempre…
Pasaba el camión de la basura
y olía a mierda. ¡Que tortura!
Nunca había sido tan dichoso
nunca en el amor tan fogoso
Nunca me habían hecho feliz
solo por hacerla feliz.
No es oro lo que reluce
ni amor lo era ese olor…
Era un alma putrefacta
con quien me di de bruces.
Rescatado del grupo “El Club de la Escritura” de Xing (antigua Neurona)